
No sé que juego juegas, no sé con quien lo juegas, ni como. Solo se que no me quiero cansar pero también sé que mucho tiempo no queda, mi cabeza le gana a mi corazón y ahora es él, el que decide. Porque aprendí a ver desde otro lugar, desde otro punto de vista. A decidir lo que me hace bien a mi, no a los demás.