
Confiar es desconfiar de uno mismo para creer un poco más en los otros. Confiar es entregar algo tuyo sin peros y pretextos, porque la confianza en sí, implica también cuidar y guardar. Confiar es dejarse ayudar y reconocer que no podemos hacerlo todo solos. Confiar es creer en la luz donde reina la oscuridad. Confiar es olvidar las excusas y los prejuicios, incluso sabiendo que nos pueden lastimar.